Por Dra. María Isabel Valdés de la Colina
Por Julio Talledo. 18 septiembre, 2012.¿Me he quedado anticuada?, ¿Mis conocimientos sobre la reproducción humana son del siglo pasado? Estas y otras preguntas parecidas se hacen muchas mujeres, tanto si son adolescentes o ya están cercanas a los 40 años; también las madres con niños pequeños o aquellas que desean concebir un hijo y no lo consiguen, se ven confusas y desbordadas en estos temas.
El desconocimiento es grande hasta el punto de ser considerado un tabú envuelto en el misterio de un mito. A lo largo de mi experiencia, durante más de 20 años de trabajo asistencial en la sanidad pública española, he podido comprobar –al atender las mujeres que acuden a mi consulta– que hay mucha falta de conocimiento y, al mismo tiempo, un gran deseo de saber sobre la fertilidad en las mujeres. Soy testigo de muchas caras de sorpresa, de alegría, de complicidad, en la propia pareja que aprende…. Un hijo buscado, un embarazo aplazado… Todo ello fruto de un serio trabajo asistencial y de investigación en el que intervienen los propios interesados.
Como es sabido, el ciclo ovárico posee una “ventana de fertilidad” que cada mujer puede reconocer con facilidad: el patrón mucoso cervical (conocido como secreción) que produce el cuello de la matriz, los días cercanos a la ovulación. También en esos días sucede una subida de temperatura postovulatoria de fácil interpretación; todo ello es clave en el aprendizaje correcto de los días potencialmente fértiles.
A veces, uno se pregunta si este aprendizaje es complicado, si es importante o en qué me beneficia. En cuanto a la complicación, mi experiencia me dice que no es tal. Es verdad que está considerado como un “aprendizaje en adultos”, pero es asequible. Con referencia a la importancia, es bueno recordar que los autocuidados se basan en el conocimiento de la fisiología del cuerpo humano, no hay dos personas iguales, ni una misma mujer tiene un ciclo reproductivo igual a otro.
Y los beneficios son muchos: empezando por el económico, los costos de un embarazo logrado mediante el Conocimiento de los Indicadores de Fertilidad Humana (CIF), son asequibles (cerca de 100 soles por embarazo logrado). Otra ventaja es que no tienen efectos secundarios, ya que toman en cuenta los procesos fisiológicos que, de modo natural, suceden en el cuerpo humano, no los suplantan ni los anulan sino que los conocen y los tienen en cuenta tanto para concebir como para aplazar una gestación. Junto con ello, no podemos dejar de considerar las ventajas éticas y los valores compartidos por la pareja involucrada.
Gracias a que he sido invitada para el Primer curso de formación en conocimiento de indicadores de fertilidad para obstetras, organizado por la Universidad de Piura para el 28 y 29 de septiembre, tendré una gran oportunidad de compartir estos conocimientos y experiencias. De la misma manera hago público mi agradecimiento al Colegio de Obstetras de Piura, no solo por el auspicio de este curso, sino por la acogida y la amabilidad de sus integrantes que tan bien dicen de su nivel profesional y humano.
Quisiéramos contribuir con este Curso/Taller a aumentar la investigación y la enseñanza sobre Métodos Naturales de Regulación de la Fertilidad Humana. Justamente por ello, los objetivos del curso van encaminados a promover, fomentar y desarrollar la educación referida a la procreación humana, la Planificación Familiar Natural (PFN) y la salud. Asimismo, buscamos fomentar la investigación sobre la PFN para mejorar su eficacia y velar por el prestigio científico moral y social de los contenidos educativos y de los profesionales. Posteriormente, se hará un esfuerzo para recopilar y divulgar publicaciones que sobre PFN aparecen en la literatura científica (www.renafer.org). En definitiva, me parece que esta es una buena oportunidad –más allá de conseguir la acreditación académica correspondiente– para dialogar sobre estos temas tan nucleares y en los que están en juego la vida humana, la vida conyugal y familiar.
Policlínico
Universidad de Piura
Artículo publicado en el diario El Tiempo, viernes 11 de setiembre del 2012